Son las 11:46 de la noche, y no tengo ganas de dormir. Mi celular está programado para recordarme 15 minutos antes de la 10:00 pm que debo acostarme a dormir para tener mejor salud. Lo escuché e hice caso omiso al recordatorio. Y es que estoy emocionado a más, la razón es simple y sencilla: Estoy en la Universidad Peruana Unión (UPeU), sí, la universidad adventista de mi país.
Fueron cinco años los que pasé en este lugar. Años maravillosos, de alegrías enormes y lágrimas también. Acá desarrollé mi fe en gran manera. No en vano muchos la llamaron, la universidad de la fe. No sé si era para tanto, pero sí, he de reconocer que mi fe maduró acá. Tenía que venir a estudiar con dinero que nunca tuve, tenía que irme sin deudas que siempre tuve. ¡Cómo deseaba que pasaran los años acá! ¡Quería que las horas avanzaran rápido para terminar mi carrera! Hoy quisiera volver el tiempo atrás para quedarme más tiempo en estas aulas y disfrutar de las ciencias maravillosas del saber.
Nunca fui interno. El dinero no me alcanzaba. Siempre vi con admiración a los que tenían el privilegio de estudiar y vivir en las residencias - internado - de la UPeU. Muchas veces anhelé comer en el comedor universitario. Muchas veces sentí envidia de no poder participar de las cenas de gala de los internos. Claro que en esos momentos un orgullo nada sano, siempre me hizo decir con mis labios lo contrario. Pero hoy que ha pasado el tiempo confieso que siempre quise ser interno.
La vida estudiantil hoy es muy diferente. Lo sé porque me cuentan que las cosas han cambiado. En mis tiempos de estudiante sino pagabas las mensualidades no podías ingresar a las aulas. Y por ende con frecuencia perdías exámenes que afectaban tus calificaciones. Y si querías ahorrarte esos malos momentos debías ir a "Finanzas alumnos" para pedir prórroga - ¿Cuándo estarás pagando? - te preguntaba la Hna. Julia - La miraba fijamente a los ojos, y con la seguridad que solo te puede dar Jesús le decía: A fines de mes. Ella generalmente aceptaba. Yo creo que ella sabía que yo no tenía el dinero pero tenía fe. Sucedía que muchas veces la fe se convertía en obras y pagaba la mensualidad. Sin embargo, otras veces mi fe no alcanzaba a juntar dinero y tenía que madrugar a las 4 de la mañana para entrar con la complicidad de los "gariteros" - guardianes - de la UPeU. Ellos nos dejaban entrar a las aulas con el fin de que a la hora normal de ingreso no no quedáramos fuera de las aulas.
Otras veces algunos internos daban hospedaje - a escondidas - a los externos (entre los cuales estaba yo). Todos esos momentos fueron lindos sin duda alguna. Esas cosas me enseñaron a valorar, a salir de vacaciones para ir a trabajar en el colportaje. Sí, tiempos de estudios eran para mí, vacaciones; y tiempos de vacaciones, eran trabajo. Trabajaba - colportando - vendiendo libros cristianos como hojas de otoño. Colportaba duro y parejo con la consigna de volver a estudiar y finalmente graduarme. Muchas personas oraban por nosotros. Nuestros padres, amigos, profesores, pastores, etc.
Son las 12:04 am, y ahora estoy en el internado de la UPeU. Soy pastor ordenado de la iglesia adventista, hace casi nueve años que trabajo para la iglesia. Sí, estoy estudiando la maestría. Estaré viviendo lo que de estudiante de pregrado anhelaba. Comeré en el comedor de los internos, dormiré en este lugar por todo el tiempo de los estudios de maestría. Recordar es volver a vivir. Aunque no viví acá, pero hoy puedo ver lo bueno que Dios es. Alguno puede decir que no es para tanto, pero solo aquél que vivió o sintió lo que sentí desde el 2004 al 2008 puede entenderme. Claro, no pido que me entiendas, a lo mejor jamás lo harás. Solo pudo decirte que para mí es un sueño hecho realidad. ¡Cómo me encanta este ambiente! ¡Cómo me gusta estudiar en esta casa de estudios!
Juan Alberto Guerrero Gutiérrez dijo: "Recordar es volver a vivir, vivir es volver a sentir, sentir es saber que viví...", esta es quizás una de las frases más usadas cuando de recuerdos se trata. Y de este modo quise empezar este escrito, después de algún tiempo de no plasmar mis pensamiento en este blog. Los que siguen este blog saben que no suelo escribir seguido porque no siempre puedo escribir lo que quiero. Y es que escribir, en mi opinión, debe ser una expresión natural y nada forzado.
"Recordar es volver a vivir...". En estos momentos me encuentro en la Universidad Peruana Unión...
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
re-sentimiento que todos quisiéramos tener... pero desde una perspectiva realista, sin desear, lo que no se puede, nada es mejor afuera i agente interno o externo, de cualquier forma solo tu fe y determinación tendrá un resultado positivo. lo demás es un valor agregado que catre carece de urgente necesidad...!
ResponderEliminarBonita historia, he inspiradora
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