miércoles, 29 de enero de 2014

"Hacer las cosas por cumplir": Una enfermedad frecuente


Hoy como todos los días tengo que escribir. Pero, no sé si para bien o para mal, el deseo por escribir se me ha esfumado. Sé que tengo que escribir algo, pero no sé qué.
No es la primera vez, hay mañanas que mi rutina me dice: “tienes que escribir, no lo olvides”, pero mi estado emocional, no desea saber nada. Me siento en mi escritorio, y lo único que consigo es un dolor de cabeza por querer escribir algo y no saber qué ni cómo empezar.
Hoy es uno de estos días. No es que no quiera escribir, mi razón me dice: “escribe”, pero no sé de qué. A mi mente vienen unas palabras diciendo: “y si tuviere… y no tengo amor, de nada sirve” (1Cor. 13:1).
Los teólogos y eruditos se pueden reír de esto probablemente, pues estoy usando un texto fuera de contexto. No obstante, quisiera usar esas palabras pues me ayudan en lo que me pasa.
En la actualidad hay muchas personas que se levantan y tiene que hacer algo y lo hacen, pero lo hacen mal, porque lo hacen por hacer o cumplir. Algo que no se hace por amor, porque realmente lo deseas, lo quieres y lo amas, no sirve de nada.
Nada en este mundo hecho sin amor puede terminar en algo bueno.
El joven que está con una joven sólo por un gusto, no puede esperar prosperidad para su relación. Una pareja que se casa por el qué dirán o el compromiso terminarán mal. El profesor que es profesor porque no había otra opción jamás será un buen maestro. Un pastor que no ama a su iglesia o a la obra y labora como pastor, jamás será un pastor feliz ni tendrá una iglesia feliz, etc.
Hay mucha gente que se ha acostumbrado a vivir así, varios hombres de Dios, incluso. Es tiempo de pensar y repensar en esa situación. La iglesia de Dios no es ajena a ese mal, casi la gran mayoría de personas vive esa enfermedad, el hacer las cosas por “X” razones, pero menos por amor. Y es de esa manera que la obra de Dios está como hoy lo vemos.
Si hay algo que debemos aprender en esta vida es a hacer las cosas por amor. Eso es lo que aprendí hoy Oh Dios. Debo aprender a hacer las cosas por amor, no por una nota, por un sueldo, por un premio. Sino por amor, en donde laboremos.
Oh Señor, soy conciente que en varias oportunidades he sido presa de este mal, esta enfermedad, “el hacer las cosas por cumplir”, perdóname. Ayúdame a cambiar de visión, ayúdame a hacer las cosas por amor; y con tu amor y tu poder guíame para hacer todo lo que haga por amor.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

lunes, 27 de enero de 2014

Un escritor aprendiz - II


Hace una semana publiqué una reflexion titulada: "Escritor aprendiz", y como suele ser natural  las reacciones no se hicieron esperar. "Usted había dicho hace varios meses que habia entendido que ya no era aprendiz sino que era simplemente escritor, porque publica lo que escribe". Si usted es lector constante de éste blog notará que, efectivamente, hace varios meses dije algo "parecido" a eso, pero valgan verdades, no es del todo cierto. Yo jamás dije o utilicé la palabra aprendiz sino aficionado. Entre aprendiz y aficionado existe una enorme diferencia, y aunque pueden parecerse, implican significados lejanos.

No me considero un escritor aficionado, sino un escritor aprediz.  He dejado de autodenominarme aficionado, sencillamente porque entendí que no puedo llamarme "escritor aficionado" ya que desde el momento que decidí publicar lo que pienso, decidí también estar dispuesto a aceptar críticas de todo calibre. Entiendo y reconozco con toda seguridad de que sí soy aprendiz porque cada día aprendo leyendo y escribiendo. Y siento el deseo de mejorar cada día.

Alan García, ex presidente del Perú por dos periodos y reconocido por la crítica como uno de los más grandes oradores de Latinoamérica menciona en su libro Pida la palabra que la escritura es joven en comparación que la comunicación auditivo-oral, y que en su opinión, "es más simple y fácil de consagrarse al signo escrito, estable y fijo del texto". Para Alan García es más fácil escribir que hablar, ciertamente resulta muy interesante su apreciación, y considero que tiene mucha razón. No obstante, como escritor el Dr. García, no ha alcanzado tanto éxito que como orador. Y la razón es simple: No escribimos como hablamos, sino como leemos. No insinúo en lo absoluto que el Dr. García no sea un buen lector, todo lo contrario, he notado a leguas que es un hombre muy preparado en temas diversos, sin embargo, creo que escribir  es más difícil que hablar.

La gente, te perdona que te equivoques hablando, pero no escribiendo. Hablando puedo transmitir con expresiones verbales y corporales lo que siento, pero escribiendo suele ser más complicado. Porque debo usar palabras que lleven al lector a entender lo que quiero transmitir. No sé si usted leyó alguna vez a Mario Vargas Llosa, pueden discrepar en lo que digo, pero él ha desarrollado el arte de escribir. Eso lo noté en demasía al leer su última obra Héroe discreto, me quedé sencillamente facinado por la capacidad de llevar al lector a sentir lo que sienten los personajes de la historia, no solo sus sentimientos sino oler y ver lo que comen y observan en cada uno de los lugares...

Entonces, no soy un escritor aficionado, soy un escritor aprendiz. Probablemente suena un poco tosco, engreído, pero no. No me mal entienda por favor, y si siente a través de mis líneas eso, entonces es prueba latente de que efectivamente, estoy aprendiendo... y soy un escritor aprendiz.

No olvides, no hay escritor aficionado si ya te has atrevido a publicar tu pensar. Eres, como yo, un escritor aprendiz... uno a los pies de Jesús.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

domingo, 19 de enero de 2014

Un escritor aprendiz

Trato de escribir todos los días. Es cierto, no publico todo lo que escribo, pero es como un hábito sencillamente relajante y maravilloso. Sin embargo, lo que no todos saben es que en mí, el escribir no es reciente. Yo escribo desde los catorce años de edad. Estaba en tercer año de secundaria cuando sentí el deseo de ser escritor.
 
Yo no era cristiano y por ese entonces mi profesor de Lenguaje y Comunicación nos animó a escribir una historia que sirva como guión de un drama por el día de la juventud, en septiembre. Así fue, llegué a casa y mientras tomaba mi cuaderno marca Loro y mi lapicero azúl marca Faber-Castell pensaba en qué podía escribir... hasta que decidí escribir sobre la vida de un vecino. Así que mi primera historia se tituló: "Triste navidad". Constaba de ocho páginas... mis amigos me dijeron que el profesor no había pedido un libro sino una pequeña historia. Después de una semana el profesor anunció que la historia para el drama se titularía: "Triste Navidad". Así empezó mi afición por escribir.
 
Los días siguientes quería ser como Mario Vargas Llosa, aunque debo confesar que por buen tiempo me reusé a leer sus libros porque no me simpatizaba como persona. No obstante, no tenía ideas para escribir. Fue así que un día mi mamá me dijo: "Escribe sobre ti mismo. Escribe un diario". Y esa voz fue oída y tomada en cuenta a través de acciones. Comencé a escribir mi diario... a veces lo dejaba por semanas, lo retomaba... Hubo un tiempo en que escribía poemas, canciones (nada cristianos por supuesto) con la esperanza de que algún día puedan ser famosos. Jamás, ninguno de ellos fueron conocidos más que por mis hermanos, que coreaban mis canciones con letra y música (hasta ahora los conservo y de vez en cuando las entono en la soledad de mi escritorio).
 
Cuando conocí a Jesús, mis diarios empezaron a cambiar de dirección. Antes escribía a la nada. Hoy mis diarios eran escritos hacia Jesús... y allí viene mi primera idea literaria: Escribir un libro titulado: "Cartas para un amigo". No la termino aún. He decidido cortarlo por etapas. Después, cuando fui colportor y estudiante de teología escribí mis primeros sermones, varios de los cuales publiqué en sermonarios del campo donde trabajé.  En mi etapa de estudiante, escribí dos libros que jamás publiqué: "Gabriel, un tipo de joven cristiano" y "Señor, enséñanos a orar". Ya en el ministerio escribí: "A imagen y semejanza de Jesús", "Decisiones...", "Teología de la adoración", "A los pastores de Grupos Pequeños, "Predicando en un bus", "Reflexiones de un joven pastor", "Mensajes de Esperanza (Matutina)", y otros que están en proceso. Sí, sí, como sabes, jamás has oído de esos títulos o libros de mi autoría. La razón: Temor. Por varios años tuve miedo a publicar y a ser presa de las críticas. Pero una de las personas que me motivaron directa e indirectamente a escribir es sin duda el Dr. Miguel Ángel Núñez que entre varias cosas me dijo: "La gente siempre tira piedras a los árboles que dan frutos". Ciertamente, en mayo-junio del 2010, la revista Ministerio Adventista publicó mi artículo: "Culto aceptable" en español y portugués. Casi me muero de la emoción.
 
Yo había escrito para una revista de la Universidad Peruana Unión, Berit Olam varios artículos en mi época de estudiante, pero escribir para la revista Ministerio Adventista era un sueño hecho realidad. Después publicaron otro artículo en la Revista Adventista el año 2012, y éste año pasado 2013 se publicaron dos artículos míos en la Revista Ministerio (en marzo-abril ) en español y portugués. Ah, también publiqué un artículo en la Revista Estrategias de la Universidad Peruana Unión. Y bueno, algunos otros en revistas y blogs menos conocidos. He escrito algunos artículos en revistas y académicas, manuales, sermoneros y folletos de evangelismo. Diría que hace años empecé una aventura fascinante que disfruto cada día, el escribir.
 
Escribo éstas líneas no con el afán de vanagloria, sino con la intensión de agradecer a Dios por darme la oportunidad fascinante de escribir, y escribir de su amor y su verdad. No tengo temor de escribir. Sé que mis escritos pueden ayudar a alguna persona que necesita. Constantemente recibo correos de pastores, jóvenes, hermanos adventistas y no adventistas que me saludan, felicitan y a veces critican. Pero es parte del oficio. Sin duda, estoy aprendiendo a escribir todos los días. Y sí, me gustaría publicar esos libros que aguardan ser publicados. Son varios. No tengo miedo publicarlos, ya vencí el miedo en cristo... ahora solo es cuestión de tiempo y de recursos para que salgan a la luz.
 
No tengas miedo a escribir y a publicar. Hay gente que espera leer algo nuevo, o lo mismo de diferente forma. No lo olvides.
 
Dios te bendiga.
 
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
 

miércoles, 1 de enero de 2014

¿Estás vivo?...



Amaneció y por la gracia de Dios estoy vivo. ¿Por la gracia de Dios? Claro que sí. Es la gracia de Dios lo que me permite seguir respirando... que siga con vida. El milagro de la vida que con frecuencia es ignorada porque es natural y común. Muchas veces consideramos la vida como un "derecho" (como lo considera la Declaración Universal de los derechos Humanos), lo es, pero esa vida no viene de la nada, no viene por casualidad ni por que hayas hecho algo para merecerlo, sino simplemente porque Dios te la da, y te la da porque sencillamente TE AMA. Así de simple y concreto, real y claro: ME AMA y punto.

Un nuevo día es un milagro de Dios. ¿Te imaginas cuántas personas fallecieron solo desde las 12:00 de la noche del 31 de diciembre? Miles de miles... pero mírate, tú estás vivo. ¿porqué? porque en la Agenda Divina, hay algo para ti. Hay un plan para tu vida aún. Así que al despertar piensa en las victorias que debes alcanzar, piensa en ese maravilloso amor que Dios siente por ti. Alégrate, Dios te ama y tiene un plan para ti.

Hoy es el primer día del año 2014. ¿Cuántos años tienes? Mira cómo te ama Dios. Todos esos años son milagros de Dios... ¿Alguno recuerda el 31 de diciembre del año 1999? Yo sí. No era cristiano aún. En mi barrio, El Encanto, esta fecha fue diferente a las anteriores. Tenía una vecina que organizaba una de las fiestas más rimbombantes del barrio, pero ese día horas y minutos antes de las 12:00, se podía observar rostros tristes, preocupados y desencajados por una duda, un terrible posible suceso: "EL FIN DEL MUNDO". Era interesante que muchos tenían miedo (incluyéndome yo por supuesto) de que el mundo se acabe ese día. El famoso "año 2000, el fin del mundo" no solo era motivo de miedo y terror de los vecinos de El Encanto en Pucallpa en el Perú, el miedo era en todas partes del mundo (ciertamente no en todos) ya que se sabían por las noticias de personas y familias que se suicidaban, vendían sus propiedades, etc. Yo tenía cierto temor. No creía en Dios como ahora, pero solo tengo que decirles que para mí Dios era como un "aguafiestas", un "el Grinch de la navidad", que no le gustaba que la gente baile y se alegre y al contrario le quería ver a todos en una casita con techo y cruz para arrodillarse y escuchar a un tipo que ni carisma ni simpatía causa para hablar de temas interesantes pero sin capacidad de oratoria. ¡Qué aburrido es Dios! (bueno, si existía - pensaba aveces). Pensaba que el mundo era una fiesta... una fiesta no perfecta pero era un lugar de diversión, y allí podíamos divertirnos, pasarla súper, pero entraba Dios como entra un vaquero en un bar del lejano oeste, y todos voltean y medio asustados se agachan porque es un malote con una pajilla entre los labios. Mira a todos...

Ese día, dije que en fin, si este mundo se termina, qué se hace pues. Pero si no. La vida tiene que ser vivida con alegría (aunque no la tenía, y si la legué a tener, era efímera). Llegó las 12:00... los minutos pasaron, y no se acabó el mundo... y mientras el minutero del reloj seguía su curso normal y monótono la gente dibujaba sonrisas amplias, se abrazaba para desearse ¡Feliz año nuevo! ¡Feliz año 2000! ¡El mundo no se acabó! ¡Hay que disfrutar de la bebida y de los placeres de  la vida hasta las últimas consecuencias (frase usada en Perú para decir: "hasta amanecer y más")! No conocía a Dios como hoy. 

Han pasado 14 años desde aquella vez. No soy el mismo, Conocí a Dios, a Jesús... y hoy entiendo que si Dios hubiera querido destruir este mundo el año 2000 lo hubiera hecho, pero no lo hizo porque Su Agenda tenía otro plan. Sin embargo, la principal razón es la siguiente que Pedro menciona: "El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9). Dios no es un "aguafiestas" en este mundo... tampoco es el "Grinch" de la humanidad, no lo es. Dios es tu Padre, mi Padre y nos ama. Nos ama porque es amor. Nos ama porque sí, no hay explicación, simplemente te ama. Y hoy te da este nuevo y primer día del año 2014.

Un nuevo día también es como una página en blanco. Una página en blanco se abre ante nosotros para ser escrita con decisiones en palabras, pensamientos y acciones. No hay dudas de que empezamos a "sembrar lo que en un futuro cosecharemos" (Gal. 6:7). Es un nuevo día, una nueva oportunidad para hacer mejor las cosas... para hacer lo que Dios quiere. ¿Cómo sabemos qué es lo que Él quiere? Cada mañana, a través de Su Palabra, la Biblia nos dice lo que tiene para nosotros. Sabiendo Su voluntad, oramos para que Dios nos ayude a cumplir el desafío. Finalmente, todo lo que Dios nos da debe ser compartido. Hablemos de Su amor, ¡seamos evangelistas!

Feliz primer día del año 2014. Alaba y agradece a Dios por esta nueva oportunidad.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

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