domingo, 15 de noviembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL ATENTADO EN FRANCIA EL #13NOV



No puedo creerlo. Nuestra sociedad muestra una doble moral realmente sorprendente. Tan insensibles nos hemos vuelto? Tiene que ser una noticia que haga tendencia todavía para reaccionar e indignarme? Parece que hay vidas más importantes que otras. Pareciera que un francés es más importante que un sirio o un africano... Y sin ir muy lejos, más importante que un niño sureño del Perú (que la pasa muy mal en tiempos de heladas).
Estoy viendo las noticias peruanas y veo que todos hablan de una Tragedia en Francia (creo lo mismo). Sin embargo, no he visto programas así respecto a las atrocidades que se viven en Siria y otros países del medio oriente donde se sabe, solo por post de páginas cristianas donde también se vive la persecución religiosa. O no veo programas y presentadores de noticias "rasgándose las vestiduras" al ver a miles y millones de niños muriendo de hambre en países africanos. Y sin ir muy lejos, cuando nuestros hermanos del sur viven las terribles heladas sin ropa ni alimento.
Porqué ahora no pocos se solidarizan con lo sucedido en Francia? Quizás porque es un país famoso. Porque es Europa y no África o Sudamérica? Porqué Facebook no puso la opción de colocar la bandera siria en nuestros perfiles cuando ocurrió el niño sirio fotografiado muerto en la playa?
Todas las vidas son, a los ojos de Dios, tan importantes que fue por ello que vino a morir por la humanidad. Como cristianos rechazamos la violencia en todas sus expresiones. Me parece que lo sucedido en Francia es terrible y penoso. Sin embargo, no solo lo ocurrido allí, sino en todos los lugares donde la gente sufre y sobrevive situaciones de terror.
Finalmente, quiero dejar en claro que me solidarizo y oro por Francia (es algo terrible y triste), pero no sólo por ellos sino por tanta gente que sufre y que vive al lado de mi casa, mi barrio, mi ciudad, etc. Todo lo que pasa en Francia, Siria, etc. solo muestra que mundo está cada vez peor. No soy pesimista, pero a la luz de la Biblia este es solo el inició de dolores. Nuestra sociedad irá de mal en peor. El amor de muchos se enfriará... Esto se ve. Qué podemos hacer? Nosotros nada. Es Jesús nuestra esperanza. Solo hay esperanza en Jesús. Cada vez que veo dolor y sufrimiento veo que he hecho casi nada. La gente necesita conocer de Jesús... Salgamos al mundo a decirles que la esperanza no está en USA, en la Inversión, en la tecnología, en Francisco I, en los gobiernos, etc. No. La esperanza está en Jesús.
Jesús ama toda la humanidad. No solo a los franceses o americanos. Ama a todos. Ama a los católicos, musulmanes, hindúes, budistas, evangélicos. Necesitamos decirle eso a la humanidad. Jesús viene pronto. Todo esto tendrá su fin. Estaremos preparados?

jueves, 12 de noviembre de 2015

¡CUMPLEAÑOS... EN CRISTO!


Un día como hoy, hace 14 años, nací en Cristo. Un 10 de noviembre del 2001, en las aguas de Yarinacocha, me uní al pueblo que "Guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesús" (Apo.14:12). En la foto se puede ver mi bautismo, el Pr. Roling Zelaya Rabanal fue el oficiante. Gracias a Dios porque fue Él quien me encontró.
Después de una semana de evangelismo que tenía como orador, al entonces pastor distrital de Pucallpa E, Henry Mondragón; fui bautizado. Durante esa semana "La Esperanza es Jesús" yo dirigía los cantos. Finalmente, el día viernes 09 de noviembre, el Pr. Henry Mondragón hizo el llamado y yo acepté a Jesús.
Quiero agradecer a Dios por permitirme conocer a gente maravillosa en aquella pequeña iglesia de Misión en Pucallpa E. Podría mencionar entre ellos a mis mentores, Mamerto Panaifo, Segundo Panaifo, Manuel Arriaga; y a mis amigos de siempre, Gilbert Arriaga Saavedra, Simón Avendaño, Rafael F. Gallardo, Lizet Rios ArcasCharly MRios (mi amada esposa en la actualidad), Betina Gonzales, Lindsay Espinosa y la pequeña Isabelita Figueroa Fernandez (una niña que anhelaba ser joven). Así mismo a muchos otros hermanos y hermanas. En fin, todos y cada uno de ellos fueron importantes en mi crecimiento y desarrollo en la fe.
A la semana siguiente de mi bautismo me nombraron como diácono, asociado de la sociedad de jóvenes y director de cantos. Recuerdo que mi papá me decía que debía llevar mi cama a la iglesia pues allí pasaba más tiempo que en casa y mi universidad.
Finalmente, sigo creyendo que Dios tiene un plan maravilloso para cada uno de sus hijos. Yo lo veo cada día. Le pido a Dios que siga guiando mi vida, y que yo sea obediente y sensible a su voz y dirección.
Hoy cumplí 14 años de vida cristiana. 14 años caminando rumbo a Canaán. No voy solo, voy junto a mi familia e iglesia... Y quiero llevar a mucha gente que aún no está en el camino.


PDT: Ahora soy pastor, por la gracia de Dios...


martes, 10 de noviembre de 2015

LA FAMILIA QUE NO CONOCÍA


Llevo 14 años en la de adventista y desde aquél día, tuve una nueva familia, la familia adventista, por eso nos llamamos: "hermanos". En todo el Perú y el mundo, encontraremos a personas que esperan a Jesús por segunda vez, que estudian la Escuela Sabática, y predican a Jesús mientras tanto.
Estuve 10 días entre hermanos latinos de la Iglesia Adventista en Chicago, USA. No imaginé cuán grande y amorosa es la hermandad lejos de las fronteras peruanas. Es cierto, he estado en algunos otros lugares fuera del Perú, y el amor fraternal es el mismo, pero este viaje fue del todo especial.
En primer lugar, agradezco a Dios, a la Iglesia y a mi familia de sangre por este privilegio enorme. A continuación algunas líneas para expresar lo siguiente:
Estuve predicando en la Iglesia central hispana de Chicago y pasé toda una semana aprendiendo al lado del Pr. Luis Eguiluz. Fue realmente una inspiración acompañarlo en sus visitas y trabajo. Misionero al 100%, visionario, luchador y de mucho buen humor. Gracias a su esposa también.
A la familia Solano, a David B. Solano y a Clarisa Ruiz por una atención y gran hospitalidad. Fueron una bendición.
A los líderes de la Iglesia de Chicago, a sus ancianos, diáconos, tesorero y secretario, así como a las demás familias puertorriqueñas, guatemaltecas, dominicanas, mexicanas, ecuatorianas y por supuesto, a las familias peruanas. No los nombro pues son muchos. Ustedes saben quiénes son. Los aprecio mucho.
Finalmente, mi gratitud a los amigos que cada noche nos acompañaron, y que decidieron prepararse para el siguiente bautismos, así también quienes fueron bautizados el sábado pasado. Fue emocionante.
No olviden que este mundo no es nuestro hogar, salimos de Egipto y nos vamos Canaán.
Dios los bendiga!!!

lunes, 7 de septiembre de 2015

Biblia de papel vs. Biblias en Celular y Tablets


Hace algunos días, navegando por internet me encontré con una pregunta interesante en Yahoo Respuestas: "¿Es necesario llevar Biblia a la iglesia o puedo utilizar mi Ipad?", la pregunta me interesó mucho porque la pregunta que me habían hecho en mi iglesia. Movido por la curiosidad de saber cuál es la mejor respuesta, leí: "da igual, yo llevo la biblia en Ipad y la biblia de papel por si acaso falla la batería, también la tengo en mi telefono, y por si fuera poco hay una pantallas enormes en la iglesia donde ponen los versículos... ". Ummm... ¿Qué les parece la mejor respuesta? ¿En serio no importa y da igual? ¿Creen ustedes que la Biblia en papel impreso es más santa o sagrada que una aplicación en celular o tablet? Bueno, yo sé que ustedes pueden tener muchas respuestas. Yo también. De hecho, ya les dije a los jóvenes que no llevan Biblias al templo o al Grupo Pequeño, qué es lo que pienso y creo. Y en ésta oportunidad me gustaría compartirlo.

Para empezar, como bien decía mi profesor de las profecías de Daniel, el Dr. Merling Alomía, hablando de los libros que fueron abiertos según (Dan. 7:10), estoy seguro de que, si el ser humano siendo limitado en conocimiento tiene en la actualidad un sistema de información y de comunicaciones sofisticado y moderno, Dios tiene "libros" mucho más modernos que "ojo no vio, ni oído oyó" (1 Cor.2:9). En resumen, los libros del cielo son con toda seguridad "LIBROS", que aún no puede, ni podrá superar la tecnología humana.

Dicho esto, también es necesario saber que nosotros como cristianos no somos bibliólatras. Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, su contenido; pero no le rendimos culto libro. La tomamos y leemos con oración por ser un libro inspirado por Dios.  No creemos que el papel es místico, milagroso ni extraordinario, pero sí su contenido.

Entonces, vayamos al grano, a la pregunta: ¿Es necesario llevar la Biblia a la iglesia (templo) o Grupo Pequeño, o puedo utilizar mi Ipad o Iphone? Pues bien, acá te respondo: Si tu celular o tablet serían exclusivos para uso de la Biblia, considero que no habría ningún problema. No obstante, he visto a muchos jóvenes que están en pleno culto de adoración leyendo la aplicación de la Biblia en su ceular o tablet, pero viendo a cada momento las actualizaciones del Facebook, Whatsapp, Twitter, Instagram... y otros aún peor, jugando en sus dispositivos. Entonces, no hay reverencia, no a la Biblia sino al lugar que sí es especial, donde se ha pedido la presencia de Dios, es el templo. 

Entonces, por asuntos de tentación a no desconectarse del mensaje o de la adoración exclusiva a Dios, recomiendo que no debe usarse ni tablets ni celulares para leer la Biblia en el templo alguna reunión donde se rinda culto a Dios. Pues, Dios es celoso (Ex. 20:5, 34:14), no podemos estar leyendo Su Palabra y viendo nuestros intereses. Ninguno puede servir a dos señores (Mt.6:24). 

Hace algunos días tuvimos un retiro espiritual y antes de empezar pedimos que todos los participantes depositen sus celulares en una caja para que no se distraigan. Y es que es una tentación, por ello deberíamos apagar nuestros celulares en el templo. Los participantes del retiro dijeron que había sido una experiencia diferente, realmente un retiro espiritual. Alguna vez leí en el mural de un templo: Dios te habla a través de su Palabra y tú le hablas a Él por la oración; Dios no tiene celular, el diablo sí. ¿Parece muy duro verdad? Pero algo de cierto tiene en todo esto. 

Finalmente, soy un pastor que gusta de la tecnología, las redes y todo ese mundo inhóspito para muchos (especialmente los más adultos), pero gracias a mi esposa he aprendido a darle al celular lo que es del celular, y a Dios lo que es de Dios. Por tanto, no debería usarse "Biblias electrónicas" o aplicaciones de ella en celulares y tablets porque no son exclusivos para leer la Biblia en un lugar santo, separado por Dios. ¿Y en el bus? Yo creo que has entendido. ¡Dios te bendiga!

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

PDT: No soy la voz oficial de la IASD, lo que he escrito es mi opinión personal, en base a lo que leí de la Biblia, tomando principios.

martes, 30 de junio de 2015

¿Y si dejamos de culpar a Carlos Zambrano?


Carlos Zambrano se convirtió en el villano de la película llamada "Perú en la Final de la Copa América". Todos los que lo hemos visto jugar alguna vez, sabíamos de qué "pie cojea". No es la primera vez que lo expulsan (en realidad se hace expulsar tontamente) y complica los partidos a su selección.

Él sabe que fue el culpable de la derrota de su selección. Tristemente algunos responsabilizan al árbitro. El árbitro, en expulsión de Zambrano, no estuvo mal. Fue pierna en alto con premeditación, y eso lo sabía muy bien el defensa y sus compañeros hasta el final (nadie reclamó por la expulsión).

Como lo dijeron todos sus compañeros, Zambrano sabe que erró y que no debe volver hacerlo. ¿Hasta dónde puede complicar un error? Un error en la vida de un "jugador" complica a su selección. No se pueden hacer las cosas bien si nos falta un jugador.

Cuando un hermano nuestro cae, resbala, yerra; él sabe que la malogró, y se siente a morir... ¿Cuál es el papel del equipo? Me gustó la actitud de sus compañeros. Todos lo apoyaron, inclusive su entrenador. ¿Fue el responsable de la destrucción del sueño? Sí. Zambrano sabe que la malogró? Sí. ¿Cuál fue el papel del EQUIPO? Apoyarlo. Todos saben que Zambrano es un humano débil, que lo traicionó su carácter, sus hábitos... ¿Y el entrenador debe expulsarlo de la selección? No lo creo.

Zambrano es un buen defensa, pero su problema es su carácter. Los delanteros rivales lo conocen, saben provocarlo.

Bueno, como dice mi esposa, esto ya pasó. ¿Hay alguna lección que puede servir de todo esto? Varias.
En primer lugar, Zambrano, así como tú y yo es un humano más. Nuestra condición pecaminosa nos traiciona terriblemente con frecuencia. Vamos jugando bien, el enemigo nos provoca, sabe de que pié cojeamos y "plum".
En segundo lugar, todos nuestros errores tienen consecuencias, y lo triste es que podemos afectar a nuestro equipo, familia, iglesia...
En tercer lugar, ¿Cuál debe ser mi actitud como iglesia y yo como pastor cuando alguien cae o yerra? Apoyarlo. Ayudarlo, amarlo. Ese es un equipo. Si en el mundo vemos una actitud linda de apoyo a su compañero, ¿cuánto más debiera ser en el equipo de Dios?

¿Y debe ser sancionado? Claro, ya lo fue. ¡Roja! Y si Zambrano no cambia, se perderá muchos campeonatos. ¿Y yo? Igual, si no cambio se actitud, me perderé del campeonato más grande y mejor de todos los tiempos, " la copa de la vida eterna".

Dios los  bendiga.

Pr. Heyssen J. Cordero  Maravi

viernes, 24 de abril de 2015

¿Es tiempo de doblar nuestras rodillas?


Es difícil creer que un cristiano de experiencia, o con años en la fe, no sepa qué es la oración. Yo creo que todos los cristianos conocen el tema, y muy bien. Sin embargo, en tu experiencia (y no necesitas responder a nadie, simplemente tú sabes la respuesta y ella te sirve solo a ti), ¿hace cuánto que no doblas tus rodillas ante Dios?
Es posible que sonrías y muevas la cabeza porque la pregunta te parece una ofensa. Tú oras todos los días y te arrodillas. Es probable, también, que sientas incomodidad o tristeza porque aunque seas cristiano hace años...muchos en realidad, sucede que oras poco y hace un buen tiempo que no doblas tus rodillas ante Dios. ¿Puede ser?
Creo, como la mayoría, que el cristiano tiene etapas. Un primer amor el cuál lo acompaña los primeros años. Esa etapa en el que quiere orar mucho, leer la Biblia más y más cada día. No le alcanza el tiempo para su devoción personal. Quisiera pregonar de su fe a todo el mundo. Es el más puntual en los cultos y les es un privilegio enorme ser diácono o diaconisa (ahora solo quiere ser anciano u líder de departamento). ¡Qué tiempos! ¿verdad? Recuerdo que mi padre me decía: "deberías llevar tu cama a la iglesia pues solo te falta dormir allá". Pero de existen otra etapa un poco especial. No se si es cansancio, creo que es contagio. Te das cuenta que otros cristianos como tú en realidad más antiguos no son tan fervientes como tú y que ellos son más " livianos"... Y llegas a pensar como ellos, y a vivir como ellos.
Yo no pasé por esa etapa en mi iglesia local sino en la universidad, en mís tiempos de estudiante de teología (aunque usted no lo crea). Los miércoles eran, en mi iglesia natal, cultos de oración al que yo tenía que ir sí o sí pues era noche de poder y oración. En la universidad era así las primeras semanas, después no. Mis estudios, los trabajos y responsabilidades me causaban pereza y cansancio y decidía emplearlos en descansar.
Ayer visitando a una hermana recordé esa etapa. Me dijo: "pastor, siento que los hermanos no tienen ese amor que yo tengo a Dios. Están más ocupados en sus actividades y trabajos materiales que simplemente no van a la iglesia los cultos durante la semana". Aquella hermana tiene cinco meses de bautizada. Cuando la bautizamos le pregunté, cómo se sentía. Ella me dijo: " feliz de ser parte de este pueblo santo y que ama a Dios". Ahora no creo que piense igual al ver a tanto hermano "frío" o "tibio".
Pero no hablemos de ella ni de mí. ¿Qué sucede contigo? ¿Vas a la iglesia los miércoles o te dejas ganar por el cansancio y el trabajo? ¿Y cuándo fue el último día en que doblaste a Dios tus rodillas? No estoy hablando de la oración en la iglesia, no; estoy hablando de la oración a solas con Dios, la oración de mañana, la que es entre tú y Dios.
La verdadera humildad es aquella que se muestra ante Dios en cada mañana al abrir su Palabra y pedirle dirección para caminar ese día. Es humildad también asistir a un culto que cada vez más y más va teniendo desertores por programas de TV, partidos de fútbol o simples argumentos. Pablo diría: " no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre" (Heb.10:25). Y finalmente, vuelve a tu primer amor.
Un miércoles por la noche a eso de las 7:15 pm. yo estaba en una cabina de internet haciendo un trabajo para la mañana siguiente, un joven amigo al ver que yo me quedaba me dijo: "Heyssen, yo me voy al culto. No me digas que te vas a quedar acá y vas a perder la oportunidad de alabar a Dios. Tú serás pastor y si hoy no aprendes a vivir con el ejemplo no lo harás jamás". No me gustó lo que me dijo. Me ofendí. Se marchó y yo me quedé avanzando mi trabajo.
¿Qué había sucedido conmigo? Yo había viajado a Lima a estudiar y prepararme para ser un pastor y ahora estaba haciendo las cosas mal. ¿Cómo era posible que en vez de mejorar estaba empeorando? No. Aquél momento fui al culto. Llegué casi al final pero llegué. Desde aquél día jamás falto a un culto así, a no ser por alguna emergencia fuerte.
Tanto el orar poco o nada, así como el hecho de no asistir a un cultos los miércoles por la noche dicen mucho de cómo está tu fe. Puedes decirme que estoy mal, que estoy exagerando y limitando la vida cristiana a un simple detalle externo de " doblar mis rodillas" y "asistir al culto donde solo unos cuantos viejitos cantan y orar a las justas". Tal vez sí y tal vez no. Pero no solo es eso, es mucho más. Es humildad diaria ante Dios.
Pablo dijo: "orando en todo tiempo" (Ef.6:18), no está diciendo que debemos orar todo el día de rodillas, pero debemos orar más cada día. Y en tus cultos personales de rodillas, mucho mejor.
¡Dios te bendiga!

miércoles, 22 de abril de 2015

La mayor necesidad de la iglesia: Un pastor entrenador

Escuela de Pastores de Grupos Pequeños de la Zona B 
Tocache B -2009

En mi primer distrito misionero descubrí (en realidad no era nuevo, sino que yo lo conocía) algo que hasta hoy recuerdo. El presidente de la misión nos había llamado a reunión de pastores a la sede. Allí el líder de ministerio personal del campo presentó el informe de bautismo por distritos. Y mi distrito estaba en el último lugar con "0". El presidente me miró y con un rostro sorprendido me miró como diciéndome "¿qué pasó?". No sabía dónde ocultar mi rostro. Un poco de vergüenza, pero más que eso, impotencia. No sabía cómo llevar almas a los pies de Jesús. Tú puede reírte si deseas, pero es lo que me pasaba. Yo había estudiado cinco años en la universidad preparándome supuestamente para ser pastor, y la verdad no sabía cómo hacer que la las iglesias lleven almas a los pies de Jesús. Claro, yo podía dar los estudios bíblicos y todo eso, pero ¿esa era mi obra como pastor?

Al terminar la reunión de pastores, mi presidente de campo se acercó a mí y me dijo: "¿qué pasa hijo? Ya estamos trabajando cinco meses y creo que debes ponerte las pilas hijo. ¿No has podido llevar a los pies de Jesús al menos un alma? Tu desafío es grande, pero debes movilizar a la iglesia". Yo le dije que sí, que haremos nuestro trabajo y las cosas serán mejores. Sin embargo en mi mente estaba más perdido que Adán en el día de las madres. ¿Cómo hacerlo? Miré a otros pastores sonrientes y no me atreví a preguntarles por vergüenza. Oré mucho ese día. Me decía que si no puedo hacerlo, no debía ser pastor, no serviría para el ministerio.

Antes de viajar a mis distrito pastoral de retorno, pasé por la librería adventista y compré el libro Servicio Cristiano de Elena G. de White. Mi deseo era servir. Lo había visto algunas veces, pero jamás lo había leído. Puede parecer una locura, pero jamás lo había leído. Como deseaba servir a Dios compré ese libro, sin pensar que esa sería la clave para mis preguntas e inquietudes en el ministerio pastoral. No hay mejor libro de evangelismo que ese, ni todos los especialistas más grandes en el tema pueden superar los consejos y estrategias que ese libro bendito presenta.

Regresé a casa y planifiqué una Escuela de Líderes de Pastores de Grupos Pequeños. Los resultados fueron grandes. Bautismos, mayordomía y al final el distrito se dividió dando lugar a otro distrito. La obra fue linda. Uno de esos días un hermano al mirar mi plan de trabajo me dijo: "Pastor usted ya parece un profesor con tanta escuela". Claro - le dije- soy un pastor profesor.

La lectura del año bíblico y la lección de Escuela Sabática de hoy, estaban sincronizados como pocas veces. Habían muchas lecciones pero yo me quedo con las que detallan la misión pastoral, pues soy pastor. 

Pablo dice: "Y él constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11,12). Por otro lado la lección de escuela sabática destacó entre varias verdades lo siguiente: "Lo importante que Jesús, como adiestrador de dirigentes para la iglesia, no concentró poder y responsabilidad en unos pocos, sino que la esparció entre muchos" (John M. Fowler, Guía de Estudio de la Biblia. Abril - Junio 2015. El libro de Lucas, p. 45).

¿Cómo estamos llevando a cabo nuestra misión pastoral? ¿Estamos olvidando que nuestra tarea como pastores es la de enseñar y adiestrar a los santos? 

Gastamos e invertimos enormes cantidades de dinero y alcanzamos resultados pobres. Alguien diría: "pensamos que la gente tiene que ir a Jesús por un bonito programa o gran evangelista". Es probable y eso hace que muchas veces pensemos que para lograr la conversión de las personas debemos seguir nuestros planes y estrategias. No hay planes nuevos amigos. Todos los planes son antiguos, claro, los bíblicos.

Jesús envió a setenta, ellos eran discípulos especiales, que fueron entrenados y capacitados para cumplir una misión con creces. No a medias. Cuánto nos falta aprender!

Entrenar, no solo capacitar. Ayer un compañero me decía: "Una cosa es enseñarle a jugar fútbol mirando TV y otra muy diferente ir al campo y jugar fútbol de verdad". Capacitar es bueno, pero allí nos quedamos. Debemos entrenar también. La pregunta que surge rápidamente es cómo? Haciendo lo que Jesús hacía y eso lleva un poco de tiempo, el cual nos es difícil de esperar. Creo que esta tarea no lo puede hacer la administración, nuestros líderes departamentales, no. Ésta tarea solo la podemos hacer nosotros, los pastores distritales. Es nuestra obligación ante Dios y ante la iglesia. Que el Señor nos ayude, pues es una tarea tan, pero tan necesaria pero tan difícil de emprenderla por varias razones que sería muy amplia tratar de abordarlas ahora.

Sin embargo me quedo con éste pensamiento:


"Lo importante que Jesús, como adiestrador de dirigentes para la iglesia, no concentró poder y responsabilidad en unos pocos, sino que la esparció entre muchos" (John M. Fowler, Guía de Estudio de la Biblia. Abril - Junio 2015. El libro de Lucas, p. 45).


Interesante. Muy claro. No escribiré nada más pues no es necesario.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

lunes, 20 de abril de 2015

¿Qué de bueno puedo conseguir lejos de Dios?


Hace algunos años, cuando era estudiante de teología y realizaba práctica en una iglesia en Lima, conocí a una niña de unos 13 años de edad. Ella era muy talentosa. Dios la había dotado de dones maravillosos. La niña cantaba, predicaba, enseñaba, pertenecía al club de conquistadores y era una de las más hábiles del grupo. Cada sociedad de jóvenes repetía todos los versículos de la devoción matutina de memoria. Era realmente una niña admirable.
Hace unos días alguien me escribió para saludarme por el el chat de ésta red social. Hola hermano Heyssen a los años - me escribió - Hola. Solo respondí mientras intentaba recordar quién era. Sucede que mis contactos de Facebook son muchos desconocidos. No la recordé y después de ver su perfil finalmente fue posible reconocerla. Sin embargo se notaba que ya no estaba en la iglesia. Había fotos de ella en la discoteca, en fiestas. Las publicaciones en su muro eran muy lejanas a la de una joven cristiana. No lo era. Una foto en su muro la mostraba con un grupo de amigas bebiendo cerveza en botella. Dónde estaba aquella niña de sonrisa amplia y mirada sincera?
Cuando al fin recordé quién era. Le respondí preguntándole por su familia. Ella me contó lo siguiente:
"Hace cinco años abandoné la casa por un joven a quién amé mucho. Cuando abandoné la casa también me alejé de la iglesia. Conocí lo que jamás había imaginado. Hubo un tiempo que la vida iglesia se convirtió en un lugar "de aburrido". Nada era atractivo. Mis amigos de colegio (adventista) que no eran adventistas me contaban lo lindo que aún no conocía en el " mundo". Algunas veces me las arreglé para salir con ellos bajo pretextos de estudios y trabajos. Esos lugares eran tan emocionantes. Todo era permitido. Nadie te juzgaba por nada. Comencé a tomar licor a fumar. En casa nadir sabía nada. Mis padres pensaban que yo seguía siendo joven linda de siempre.
Me enamoré de un chico. Él no era cristiano. Yo sabía que no era correcto enamorar con un joven así, pero me gustaba y lo amaba. Yo tenía 17 años y él 19. Nuestra relación era normal dentro de los límites del "mundo". Ante los ojos de la iglesia no. Yo había escuchado seminarios de noviazgo en la iglesia. Muchas veces me aconsejaron. Nada de ello tenía valor en ese tiempo. Hasta que un día me descubrieron.
Mi papá fue a mi cuarto a orar porque yo hace meses no salía a los cultos familiares. Tampoco tenía ganas de hacerlo. Mi biblia y mi lección de Escuela Sabática estaban empolvados de domingos a viernes. Mi familia oraba y oraba, yo tenía cólera y hasta llegaba a burlarme. Todo en la iglesia era aburrido... Fuera de ella, en cambio, todo era divertido, emocionante y chevre!
El pastor me llamó y visitó dos veces. Me habló de muchas cosas pero en mi mente pensaba que el pastor habla porque jamás ha vivido como yo. Era feliz, no veía que era tan feo la vida sin Dios. Ingresé a la universidad nacional de San Marcos, mis padres me pidieron que no lo haga, ellos querían que yo estudie en la UPeU. No acepté pues me parecía que ya estaban queriendo controlar mi vida. Llegué en ese tiempo a odiar al pastor pues él insistía en que mis padres debían enviarme a la UPeU y que yo como hija solo debía obedecer.
En mi primer año de universidad en la San Marcos quedé embarazada. El joven me trató peor que a un animal. Me dijo que él no lo reconocería y que si yo lo quería tener bien, y si no, era mejor para mí. Lloré mucho. Como no tenía cara para ir a casa con ese problema, decidí escapar se casa e ir a vivir al cuarto de aquél chico. Él me dijo que si yo abortaba podíamos vivir mejor y juntos.
Mis padres y hermanos de iglesia no lo podían creer. El primer día viviendo junto al chico que amaba fue triste. Vino borracho y me golpeó. Y allí comenzó mi triste vida hasta hoy. Casi todos los días me golpeaba. Me engañó con cuantas mujeres pudo. No me dejaba salir a ningún lugar. Ni con él ni con nadie. No estudié más. En el cuarto me quedaba todo el día y la noche. Mi vida era un calvario.
Tres años viví así hasta que un día me escapé para ir con otro chico que dijo que me amaba y me aceptaba con todo mi pasado. Como no tenía a dónde ir me fui con él ya que me ofrecía amor, seguridad y libertad. Le creí y de eso solo vi dos semanas. Él era peor que el anterior. Él me hacía trabajar en su tía y el dinero se lo quedaba para ahorrarlo supuestamente. Me golpeaba y humillaba todos los días...
Me cansé de esa vida y después de un año fui a vivir con unas amigas. Hoy vivo "libre" hace un año. Tengo 22 años con una niña de un año y no tengo profesión, trabajo fijo y sin un perro que me ladre.
Cada vez que me levanto me acuerdo de mis padres y los cultos familiares. Cada viernes a la puesta del sol me pongo a llorar por la triste vida lejos de Dios. Tengo vergüenza de volver a mi casa. Sé que nada será igual. Sé que Dios me ama y me perdona pero yo no puedo perdonarme. He hecho cosas muy feas. He hecho cosas terribles que jamás podría perdonar.
Cada vez que miro a mi hijita puedo entender que lo único bueno que tengo habiendo vivido lejos de Dios es ella. Yo imaginé casarme de blanco con un joven cristiano y eso jamás podrá ser.
Amigo Heyssen, ora por mí. Ora para que yo pueda regresar de donde nunca debí salir. No tengo fuerzas, tengo miedo, tengo vergüenza.
Chau".
Lejos de Dios nada bueno conseguirás. Nadie puede ser feliz nadando en aguas turbias después de haber nadado en aguas cristalinas.
Hay tantos jóvenes que piensan que el mundo es lindo. No lo es.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

lunes, 6 de abril de 2015

Eres importante, no indispensable


Eres importante, no indispensable. Ya lo dijo Jesús: "Si estos callaran, las piedras hablarán" (Lc.19:40). Creo fielmente que Dios no llama a alguien porque es mejor que lo demás. Tampoco creo que Dios llama a personas sin ninguna cualidad positiva para su obra. La pregunta simple que nos toca responder entonces es: ¿Por qué llama Dios a alguien para su obra? En mi opinión es porque Dios no toma en cuenta lo que somos sino lo que podemos llegar a ser si tan solo nos ponemos en sus manos. Y a eso le llamo, disposición de servicio y humildad ante Dios para dejarse moldear o guiar.

Alguna vez me dijeron algo que me dejó pensando un buen tiempo, y aunque muchas veces creo que lo he asimilado, finalmente voy descubriendo que no es así. Me dijeron: "Heyssen, si haces éstas cosas lindas en tu ministerio, ¡imagínate lo que Dios podría hacer si tan solo te dejaras guiar por Él!". Hasta ahora no fui capaz de preguntarle la razón del porqué me dijo eso. Tal vez no le pregunté porque en realidad yo tenía miedo de la respuesta. Claro está que lo que me dijo insinuó algo no muy grato.

Dios no necesita del ser humano para su obra. No es Dios quien nos necesita, sino todo lo contrario. Somos nosotros los que necesitamos de Dios y de su obra, necesitamos estar involucrados en su obra para poder crecer. Esto es algo que muchas veces no es entendido por el ser humano, lo que genera que al momento de ver el éxito nos cegamos y creemos que efectivamente somos importantísimos.

En cierta oportunidad un líder se despedía de la iglesia mientras decía: "No quisiera irme. Los planes de Dios son así. Hice todo lo que pude y estuvo a mi alcance para que la iglesia marche bien y ustedes sean felices. No obstante, creo que ahora las cosas van a ser complicadas. Tengo pena porque si conmigo ustedes eran muy lentos y pesados... no imagino un buen futuro ahora que me voy. Solo me queda orar por ustedes". En realidad aquél líder no había dicho falsedades. Todos sabían de lo importante que fue su trabajo, su empeño y ganas de trabajar siempre. Era cierto que las cosas no sería fáciles. Lo extrañaríamos. Años después, Dios nos mostró que la partida de aquél líder fue lo mejor para la iglesia. Cuando la iglesia se vio sin líder, sin "papá", los hijos se pusieron la camiseta, se organizaron, se levantaron líderes que jamás habían liderado... esos líderes que siempre estaban sentados porque había siempre alguien de pie. Dios levantó líderes donde había solo uno.

Somos importantes en la obra de Dios, pero no somos necesarios. Con o sin ti Dios hará sus propósitos. No hay duda de ello. Siempre debemos recordar eso, no eres tú, es Dios. No somos nosotros los que dirigimos la iglesia, es Dios a través y a pesar de nosotros. Nuestros talentos y habilidades valen, Dios lo usa o los puede usar... pero lo que más anhela es un corazón dispuesto a ser moldeado por Él.

Dios te bendiga!

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

miércoles, 11 de febrero de 2015

Un pastor ordenado...


Hace algunos años, un pastor ordenado (tenía un cargo importante en la misión) me trató mal. Con palabras duras, y muchas de ellas, fuera de lugar me lastimó en gran manera. No pensé que una boca que bendecía podía expresar tanta maldición. Por algún tiempo viví con rencor. Aunque días después me pidió perdón (imagino que después de su momento de ira y cólera se dio cuenta de lo grave que había actuado) y yo acepté, en realidad no lo hice. Ese día, al llegar a casa, lloré como pocas veces lo había hecho. No dije nada a nadie, ni a mi esposa. No quería que sepa cómo actuó un pastor ordenado. Yo era un pastor aspirante y debía supuestamente aprender de él. Después de llorar y orar a Dios para que me ayude a perdonarle y a no sentir rencor alguno con aquél pastor, le dije a Dios: "Señor, ayúdame a perdonar. Y si algún día, permites que yo sea ordenado, te pido que jamás pueda actuar como él con nadie. No quiero hacer llorar a nadie...".

Tiempo después, aquél pastor dejó de tener el cargo importante, yo fui cambiado a otro campo y nos encontramos en un desfile. Él estaba en un lugar muy lejos de la capital, estaba en una ciudad pequeña y su hija y esposa estaba muy mal de salud (me enteré por sus publicaciones en Facebook). Me miró con vergüenza. Fui y lo saludé: “Hola pastor…”. Ese día lo perdoné. Lo perdoné no por pena, como puedes imaginar. Lo perdoné porque entendí que somos humanos. Él y yo somos humanos. Le dije: “Pastor, aquél día que me pidió perdón, yo no lo perdoné. Y ahora le pido perdón por mentirle y decirle que sí. Yo viví mal hasta hoy. Que Dios nos ayude a ser pastores según Su corazón”. Me sentí bien y en paz.

Hace un sábado que soy un pastor ordenado al santo ministerio. Me impusieron las manos y oraron por mí. Ahora soy un pastor ordenado por la gracia de Dios, y fue en ese desfile que me encontré con aquél pastor ordenado que hace algunos años me trató mal. Estaba de vacaciones y lo vi sentado entre la multitud. A la salida de la ceremonia lo vi y avergonzado trató de esconderse de mi rostro. Fue ese día que lo saludé y le pedí perdón porque cuando un día me pidió perdón por haberme tratado mal, en realidad no lo hice.

El pastor ordenado al escuchar lo que le dije, solo dijo: “Yo he estado muy mal después de aquél día. Sabía que no me habías perdonado, porque cuando te pedí perdón, en realidad tampoco yo lo pedí de corazón. Y esa carga de consciencia lo tuve por tanto tiempo hasta hoy. Y sé que aunque recién fuiste ordenado como pastor, siempre fuiste un ungido de Jehová para Dios, y yo me atreví a hacerte daño… Tristemente, pero lo hice”. Nos abrazamos y él lloró.

La ordenación al ministerio es la conformación del llamado que Dios le hizo al hombre desde antes que naciera, y que la iglesia le da al misionero como parte de una orden eclesiástica. Aquél día cuando me impusieron las manos y oraron por mí, sentí lo misericordioso que es Dios conmigo, con un ser humano simple y débil. Algunas veces me dijeron “misionero” para ubicarme supuestamente. Yo no era pastor (aunque la iglesia siempre me llamó pastor como lo recomienda el Manual de Iglesia en la página 35), era misionero en cambio. No pedimos ser llamados pastores (aunque es lindo y emocionante), pero es la iglesia la que te llama pastor. Y te llama “pastor”, “mi pastor”, “nuestro pastor”, “pastorcito”, etc… Alabado sea Dios.

Ya soy pastor ordenado. Pero valgan verdades sigo siendo el mismo. Con un privilegio sí, pero con una más grande responsabilidad. No es que ahora tengo más poder y que puedo hacer milagros portentosos. Tal vez sí, tal vez no. Lo que sí es cierto es que quiero ponerme en las manos de Dios más que nunca.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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