Definitivamente la teoría dista en gran manera de la praxis. Fueron tantos libros. Tantas revistas las que he leído respecto al matrimonio, los primeros años, la pareja feliz, el amor por siempre, la vida de casados, entre otros, que ni recuerdo a decir verdad. No obstante, cuando llegó el momento de plasmar todo el conocimiento en la vida misma, lo leído parecía tan utópico. Soy conciente que estamos viviendo la etapa del adaptamiento, y que estamos en proceso de aprendizaje, eso dicen los libros, nos falta madurar en nuestra relación matrimonial, pero, me cuesta mucho no hacer lo que supuestamente debo hacer cuando lo debo hacer. En realidad lamento tanto no ser el esposo que siempre he soñado para mi esposa, para ti amorcito.
Hace un par de meses solamente que, jugaba al fútbol con mis colegas de la universidad y me pasaba horas y horas en el computador por las noches, hasta que mis párpados supliquen descanso. Hace poco tiempo que comía a la hora que quería y lo que quería sin importarme los gustos de otra persona. Pero de pronto me veo en un lugar distinto al que he vivido por años. Ahora estoy casado. Tengo que pensar en ti siempre. En realidad siempre pensé en ti de novios, pero de otra manera, era más subjetivo talvez, no lo sé, inmaduro probablemente. Ahora es diferente, me siento tan enamorado de ti, es hermoso vivir a tu lado, me encanta amanecer a tu lado, me gustas, te amo. Pero del mismo modo, hay cosas que no logro comprender.
Creo que todo viene de casa. Fui educado de diferente forma a la tuya, mis padres fueron muy distintos a los tuyos, y naturalmente eso nos ha moldeado como hoy somos. No me avergüenzo de hablar de mi familia. Los amo mucho. Creo que tú compartes ese pensar, y eso me anima a hablar del asunto. Pero hoy con el favor y voluntad de Dios somos esposos. ¡Qué maravilloso! Jamás me hubiera imaginado estar casado contigo hace cinco años. Pero es la verdad, es algo maravilloso. Sin embargo creo que con nuestras diferencias y similitudes somos protagonistas de un bonito plan de Dios. El matrimonio Cordero Ríos, es un producto del amor de Dios. Estoy seguro de ello. Te amo. Y sabes algo amorcito, tú siempre serás mi “princesa árabe”, “mi dulce inspiración terrenal”, te amo. Feliz cumpleaños, te prometo que trabajaré duro para darte lo que te mereces mi amorcito linda.
Tu esposo que te ama, Lleyller
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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