Con frecuencia, como decía en la reflexión anterior, nos preocupamos más, por el qué dirán de los demás, de los simples humanos, al qué dirá de Dios...
En realidad, de alguna manera, queriendo o sin querer (como decía el "Chavo del 8") cuidamos nuestra reputación.
Pero, ¿qué es la reputación? es la opinión positiva o negativa que tienen las personas que te conocen sobre ti o sobre tu comportamiento. Todos cuidamos nuestra reputación, y es que nos importa en demasía la opinión de las personas, de los demás. Generalmente esas personas, o los demás, no son los que conviven contigo, tu esposa, tus hijos, tus padres o amigos más íntimos... Ellos te conocen tanto que tu reputación queda en segundo plano, pues ellos conocen tu carácter.
Y ¿qué es el carácter? es una tendencia hacia un tipo de comportamiento que manifiesta el individuo. El carácter es más íntimo, los que solo nos conocen de lejos no conocen nuestro carácter, por el contrario, nuestros amigos más cercanos, padres, hermanos, esposo, esposa, hijos, ellos sí conocen nuestro carácter, los demás únicamente nuestra reputación...
Lo triste sin embargo, es que vamos por el mundo, cada día, buscando con ansias, con esfuerzo una buena reputación, cuidándonos del qué dirán los demás sobre mí y no qué es lo que dirá mi esposa, mis hijos, mis padres, etc...
Reputación vs. Carácter, la reputación es como la papel de regalo, el carácter es el regalo en sí. Elena G. de White dice "La reputación no es el carácter. El verdadero carácter es una cualidad del alma que se manifiesta en la conducta".- EGW.
Finalmente, "un carácter formado a la semejanza divina es el único tesoro que, podemos llevar de este mundo al venidero".- EGW.
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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